Ya está hecha!
La pensé, la imaginé, la
preparé, la cociné (muchas horas) y me la comí!
Ahora os puedo confirmar que esta carbonade está muy rica, muy sabrosa.
Después de haber hecho el pain d'épices, ingrediente imprescindible, el otro “ingrediente” secreto es: la olla!
Siempre sabe mejor si cocinamos en una vieja olla, la de toda la vida, la olla en la cual cocinaba tu madre, tu abuela. Y justamente quiero hablaros de mi olla antes de pasar a la receta, porque sin ella las cosas no estarían iguales.
Ahora os puedo confirmar que esta carbonade está muy rica, muy sabrosa.
Después de haber hecho el pain d'épices, ingrediente imprescindible, el otro “ingrediente” secreto es: la olla!
Siempre sabe mejor si cocinamos en una vieja olla, la de toda la vida, la olla en la cual cocinaba tu madre, tu abuela. Y justamente quiero hablaros de mi olla antes de pasar a la receta, porque sin ella las cosas no estarían iguales.
Siempre quise una olla
Le Creuset (LA olla francesa por excelencia), pero ojo, no una nueva y reluciente olla, quería una olla usada, que
tendría sus años, una olla en la cual se hicieron guisos y sopas para una o dos
generaciones y mejor aún si fuera una olla de la familia.
Por eso estaba muy celosa de mi amiga Stéphanie que tenía en su posesión la olla Le Creuset de sa “Mamie” (“abuela” en francés).
Busqué en Ebay, en anuncios de segunda mano etc…había muchas pero nunca compré. En mi búsqueda descubrí la "coquelle", el modelo que lanzo Le Creuset en 1958, diseñada por Raymond Loewy el papa del diseño industrial. aquí sus logotipos más famosos y aquí un articulo muy completo e interesante sobre el personaje.
Por eso estaba muy celosa de mi amiga Stéphanie que tenía en su posesión la olla Le Creuset de sa “Mamie” (“abuela” en francés).
Busqué en Ebay, en anuncios de segunda mano etc…había muchas pero nunca compré. En mi búsqueda descubrí la "coquelle", el modelo que lanzo Le Creuset en 1958, diseñada por Raymond Loewy el papa del diseño industrial. aquí sus logotipos más famosos y aquí un articulo muy completo e interesante sobre el personaje.
...pues nada, no me
enrollo más...o solo un poquito más... Es que aún no os he hablado de mi olla!
El año pasado comenté a mi madre que estaba buscando una coquelle de segunda mano en Internet, y si pudiera ser, la de color morado claro (se hicieron en varios colores pasteles) y me dijo ella con toda la naturalidad: “pero si tu abuela tiene una en el sótano, no la ha usado en años!”
-“no me digas, no me lo puedo creer, y de qué color es?” -“como gris claro tirando a morado”
–“No puede ser!”
El año pasado comenté a mi madre que estaba buscando una coquelle de segunda mano en Internet, y si pudiera ser, la de color morado claro (se hicieron en varios colores pasteles) y me dijo ella con toda la naturalidad: “pero si tu abuela tiene una en el sótano, no la ha usado en años!”
-“no me digas, no me lo puedo creer, y de qué color es?” -“como gris claro tirando a morado”
–“No puede ser!”
Y cuando le pregunté a
mi abuela sobre su olla, me pregunto porque me interesaba una vieja olla
abandonada…? Y que si me hacía tanta ilusión me la podía llevar.
Por supuesto que me la llevé, a España, 6 kilos de hierro fundido en mi maleta! Que felicidad!
Por supuesto que me la llevé, a España, 6 kilos de hierro fundido en mi maleta! Que felicidad!
Pues aquí tenéis la
receta de la carbonade de mi madre hecha en la olla de mi abuela.
Ingredientes:
1 cebolla
3 zanahorias
500g de ternera
(espalda) cortada para guiso
70g de daditos de bacon
Aceite de oliva
1 cuchara sopera de
azúcar moreno
1 cuchara sopera de
harina
40 cl de cerveza
negra/tostada (yo usé Leffe Brune)
150ml de caldo de
ternera (yo uso cacitos de caldo de ternera de Knorr)
1 cucharita de vinagre
balsámico
Ramillete de hierbas
(laurel, tomillo, apio)
2-3 rebanadas de pan
de especias
Mostaza
Sal y pimienta
El día anterior:
Pelar y cortar en
rodajas finas las zanahorias y la cebolla. Hacer sudar el bacon en la olla
hasta que haya soltado toda su grasa. Reservarlos. Añadir aceite de oliva a
gusto y rehogar la ternera hasta que haya cogido un color marrón por todos los
lados (más o menos). Reservar la carne. Sustituirla por las zanahorias y la
cebolla, dejar cocer a fuego lento unos 3 minutos.
Añadir el azúcar y dejar que se caramelice. Espolvorear con la harina remover bien, y mojar con la cerveza y el caldo. Poner a hervir, remover bien para que se diluya la harina. Añadir el vinagre, las hierbas, la carne, el bacon, salpimentar.
Añadir el azúcar y dejar que se caramelice. Espolvorear con la harina remover bien, y mojar con la cerveza y el caldo. Poner a hervir, remover bien para que se diluya la harina. Añadir el vinagre, las hierbas, la carne, el bacon, salpimentar.
Aseguraros de que la
salsa cubra toda la carne (si no, echar un poco más de cerveza y agua). Tapar y cocer a
fuego muy lento, que la salsa borbote tranquilamente durante 3 horas (si veis que se queda demasiado liquido a mitad de cocción no dudéis en echar más harina).
El día siguiente:
El día siguiente:
Poner en la olla,
encima de la carne en salsa, las rebanas de pan de especias untadas con mostaza
y volver a cocer a fuego muy lento durante 1,5 – 2 horas.
Servir con patatas fritas o patatas fritas de chirivía, de zanahoria, de nabo, de boniato etc… y con una buena cerveza belga!
(cortar la patata u otra verdura-raíz en trozos gruesos, echar aceite y sal y remover, repartir en la bandeja del horno encima de papel de horno y cocer a 180ºC unos 40 minutos, removiendo las patatas cada 15mn para que no se peguen).
Yo os recomiendo comerla el tercer día, esta aún mejor.
Bon Appétit à tous!